Tal como lo indica el nombre, esta pequeña comunidad se encuentra al fondo de una cuenca, en la confluencia de varios arroyos que bajan de las montañas.
A pocos pasos de las casas y a lo largo de todo el camino (ruta A3) que conecta con la carretera que va de La Ceiba a Tlaxcalaltongo, se encuentran varias pozas de agua cristalina donde te puedes dar un chapuzón. Incluso te recomendamos llevar un visor para poder observar algo de fauna submarina.